viernes, 10 de agosto de 2012

ALCAUDÓN RATONERO



El Concejo de Somiedo, situado al sur limitando con León, es probablemente el más agreste de Asturias. Declarado Parque Natural en 1998, en el año 2000 recibió la declaración de Reserva de la Biosfera por la UNESCO. Allí comenzamos nuestras vacaciones, con la oculta esperanza de ver al oso pardo; no lo conseguimos pero la fortuna nos deparó una sorpresa inolvidable.

El 2 de julio por la tarde salimos a nuestra primera excursión: Villar de Vildas – Braña de La Pornacal. La tarde era esplendida y el recorrido transcurre por el valle del rio Cigüeña (uno de los cuatro que cruzan el Concejo), de aguas transparentes, por lo que no es extraño que en él presenciáramos la primera ave interesante del día, un juvenil de Mirlo acuático.


La Braña de la Pornacal es la más grande del Concejo, se compone de 34 cabañas de piedra y techo vegetal (teitos), que eran utilizadas por los pastores que llevaban el ganado en verano a los pastos de alta montaña. Se encuentra a una altitud de 1.170 m.


Mientras visitábamos la braña oímos un canto insistente que enseguida identificamos con los prismáticos, era un bonito Escribano cerillo macho que cantaba desde lo alto de una de las cabañas. La hembra no andaba lejos.

Escribano cerillo. Izda: macho; dcha: hembra
Poco después, Begoña se fijó en un pájaro que estaba a media altura en un árbol. Con los prismas vimos que se trataba de un Alcaudón dorsirrojo (Lanius collurio) en la rama de un árbol que parecía un espino viejo, poblado de líquenes. Enseguida caímos en la cuenta, ¡Asombroso!, de que tenía un pequeño roedor clavado en una espina a sus pies. Nos acercamos sigilosamente hasta una distancia prudencial de unos 20 m. y estuvimos un buen rato observándole, con la boca abierta, y yo sin parar de fotografiarlo.


El roedorcillo podría tratarse de un topillo campestre (Microtus arvalis), o de un ratón moruno (Mus spretus), mas que de un ratón de campo (Apodemos sylvaticus), por la longitud de la cola ya que es más larga que el resto del cuerpo en los ratones de campo, y claramente no se cumple en el nuestro. El moruno no es propio de la Cornisa Cantábrica sino del Área Mediterránea, por lo que nos quedamos con el topillo campestre como más probable. Si alguien lo puede identificar claramente le agradeceríamos que nos lo comunicara.


Durante el poco tiempo que duró nuestra observación, antes de que levantara el vuelo con una tajada en el pico, vimos que en principio lo tenía clavado por la garganta, luego lo desclavaba, lo alzaba y lo volvía a clavar con fuerza en la misma espina, pero en otra posición, para, a continuación, despedazarlo por el pescuezo. Interpretamos que esta maniobra tuvo como objetivo decapitar con más facilidad al animalillo, con la intención de acceder fácilmente a su interior a través del cuello.










Después de esta experiencia, y visto que se acercaba el ocaso y la luz disminuía por momentos, decidimos volver a la casa rural en la que nos hospedábamos en Villar de Vildas. Habíamos recorrido unos 100 metros cuando volvemos a observar al dorsirrojo con una pata, de lo que parece el mismo micrótido de antes, en el pico. La hembra también andaba por los alrededores, aunque no se dejaba ver tan claramente, por lo que creemos que el nido con los polluelos no andaría lejos. Nos dedicamos a explorar por los alrededores y Begoña, como siempre, encuentra enseguida otro pequeño roedor empalado en una ramita de lo que parece otro ejemplar de espino, o un peral silvestre, (si alguien puede identificar la especie le agradeceríamos que nos lo comunicara). También estaba clavado por el cuello, pero en esta ocasión se apreciaba la cabeza colgando. Lástima que la escasa luz nos impidiera sacar fotos más claras



Las imágenes podrían herir la sensibilidad de algún lector, pero hemos decidido ponerlas porque creemos que la documentación del hallazgo lo exige, y estos hechos forman parte también de la Naturaleza. Es conocido que el alcaudón dorsirrojo se alimenta de grandes insectos, como escarabajos y saltamontes, pero también captura (como el Cernícalo, de mucho mayor tamaño) ratones, atreviéndose incluso a atacar a otros pájaros que no le consideran enemigo y por tanto no huyen. No hemos encontrado documentos gráficos que apoyen este comportamiento, aunque sí que los hay del Alcaudón real, por lo que no podíamos ocultar estas fotografías.

Esta especie (en declive en toda Europa) es muy curiosa, además, porque emigra a África oriental en otoño, pero no directamente norte-sur, como hacen casi todas, sino de oeste a este, rodeando el Mediterráneo.

Al día siguiente realizamos nuestra segunda ruta por el Parque Natural de Somiedo: Valle de Lago – Lago del Valle. Este recorrido, probablemente el más conocido, parte del pequeño pueblo de Valle de Lago (1.200 m. de altitud) y trascurre paralelo al río del Valle hasta finalizar en el lago del Valle. El lago, a unos 1.600 m de altitud, es el más extenso de Asturias; se sitúa al pie de un espléndido circo glaciar, origen de una lengua que se extendía valle abajo



Como observaciones más interesantes podemos destacar un esplendido macho de Escribano montesino y un Bisbita ribereño alpino.



Y aquí finalizamos la narración de esta experiencia por tierras somedanas que tantas satisfacciones nos ha proporcionado. Tuvimos la idea de volver a la Braña de La Pornacal, al día siguiente, para explorar el terreno con la esperanza de encontrar alguna despensa del dorsirrojo, (se sabe que las colocan cerca del nido), y fotografiar mejor los ejemplares empalados, pero nuestros compromisos ruteros pudieron más.

Begoña & Jose Luis



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